lunes, 15 de noviembre de 2010

EDITORIALES DE LOS PERIÓDICOS EL COLOMBIANO Y EL MUNDO.

El Colombiano es un periódico conservador ya que no les gusta el cambio y cuando los hay intentan que estos no impacten mucho a la sociedad y que este no pueda generar muchas consecuencias en las personas como lo podemos observar en el editorial del día jueves 4 de noviembre el cual titulaba NUEVA TERNA, MAL PRESAGIO en donde se demuestra una clara oposición al colocar una nueva terna ya que según ellos la ya consolidad está bien.

Por el contrario El Mundo es un periódico se podría decir más liberal ya que es fiel al progreso y cree que con los cambios pueden solucionarse algunos problemas como lo muestra en su editorial del día viernes 5 de noviembre el cual titulaba EL PROBLEMA NO ES LA TERNA, en donde dicen que no tiene problema con el que haya una nueva terna y creen que estos también pueden ser merecedores del cargo, pero lo que afirman es que el problema viene de fondo y que el problema no es solo el que haya una nueva terna.

Algo que caracteriza a el Colombiano es si fidelidad a Álvaro Uribe Vélez, ya que en todos los editoriales que leí los cuales eran desde el miércoles 3 de noviembre hasta el miércoles 10 de noviembre, se mostraba en cada uno de los editoriales el aprecio por dicho ex mandatario en donde siempre se nombraba o se mencionaba lo bueno que fue su gobierno, sus políticas o sus acciones.

En los editoriales que lei de los dos periodicos pude observar que todos cumplen con lo que en mi consulta de que es el Editorial son los pasos para realizar el editorial que son:

1.Dan una breve introduccion de la noticia de la que se va a tratar.

2.Luego muestran su opinion, interpretacion, oposicion e incluso sugerencias del tema.

3.Por ultimo dan una conclusion del tema.

Algo que pude observar en los dos periodico en los editoriales leidos es que aunque los dos periodicos resperten al estado estan en el derecho de cuestionarlo, como se muestra en esta editorial de El Mundo , ¡Ni tan amigos!, En donde expresan su desconfianza de las relaciones con el gobierno ecuatoriano, pero las respetan y aunque no esten totalmete seguros de que puedan llegar a tener buenas relaciones, a pesar de ello manifiestan que nunca a poyaran algo que genere enfrentamientos entre dos pueblos hermanos que se necesitan y que mantienen provechoso intercambio de gentes, servicios y mercancias.

Y Como se muestra en el editoria del Colombiano ,Bodas de sangre, en donde se muestra un clar reclamo por parte del periodico hacia el pueblo colombiano y a la justicia colombiana reclamando que no nos quedemos con pocas versiones de los hechos del palacio de justicia en donde dice “esto no significa que este periodico este deacuerdo con que se les elimine la amnistia y el indulto que tan generosamnete la mayoria de los colombianos otorgo par que iniciaran el camino de la legalidad reinsertados a la vida civil. Eso sera un retroceso en la construccion de la paz. Lo que no entendemos es que se aplique un rasero distinto a los guerrilleros y narcos por un lado y a los miembros de la fuerza publica y del gobierno de entonces, encabezado por el presidente Belisario Betancur, que respondieron con contundencia al duro ataque. Alos primeros, peron o sometimiento por las barbaries cometidas. A los militares, policias y gobernates, juicios y carcel.” Y luego termina este parrafo dejando una pregunta a los lectores “¿Tiene Colombia una justicia injusta, ademas de politizada?”.

Los editoriales de los dos periodicos muestran claramente su opinion o su oposicion en un asunto determinado pero ala vez en muchos editoriales hacen sugerencias de lo que para ellos se deberia de hacer en algunas ocasiones o en ocasiones hacen una critica de los demas periodicos como ocurrió en un editorial de El Mundo llamado, A 25 años del Holocausto, “Sobre los luctuosos acontecimientos del Palacio de Justicia, atacado a sangre y fuego por un comando del M19 y rescatado, también a sangre y fuego como era su obligación, por el Ejército Nacional un día como hoy, hace un cuarto de siglo, se ha vuelto recurrente en cada aniversario hablar de la supuesta ausencia de la verdad y de que, a la postre, lo que ha reinado en torno a los crímenes allí cometidos es la impunidad más absoluta, como han machacado estos días algunos colegas capitalinos en titulares y comentarios. Nos parece falaz ese enfoque, pues pocos magnicidios ocurridos en Colombia han recibido tanta atención del Estado en el esclarecimiento de los hechos y en la determinación de las responsabilidades, dentro del empeño de aplicar justicia, entre otras razones porque aquello no fue un acto terrorista más de los que solía cometer ese grupo subversivo, sino la toma violenta del Palacio con todos sus ocupantes, entre ellos los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, con la lunática intención de poner de rodillas a las instituciones dizque para hacerle un “juicio revolucionario” al presidente Belisario Betancur y a sus ministros de Gobierno, Defensa y Justicia por su supuesta “traición a los pactos de Medellín, Hobo y Corinto”, y de paso satisfacer la exigencia de los grandes capos, sus financiadores, de destruir los archivos de los procesos por narcotráfico y los documentos sobre extradición que estaban a estudio de la Corte.”

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